Pocas veces se le brinda la importancia que implica, pero el colchón es parte fundamental del bienestar de las personas, pues en él se pasa una buena parte de la vida, alrededor de 25 años, para alguien que duerme entre 6 y 8 horas diarias.
Para no convertir las horas de descanso en un martirio este 2023, es necesario estar alerta de las siguientes cinco señales que indican que es momento de cerrar el ciclo con el colchón viejo:
EL COLCHÓN YA NO TE SOPORTA
Es momento de comprar un colchón nuevo cuando despiertas tan cansado como cuando te acostaste en la noche. “Aunque se trate de un colchón de línea premium, con el paso del tiempo los materiales pierden rigidez y por eso es común despertar con dolor en el cuello, de espalda o sentir que no se descansó”, advierte McDonnell.
NO PUEDES ESTAR CERCA DE ÉL
Por extraño que parezca, el colchón puede causar alergias o asma, porque llega a albergar microorganismos como los ácaros, los cuales encuentran su hábitat perfecto en la oscuridad y el polvo del colchón.
De acuerdo con un estudio colombiano, estos pequeños indeseables están emparentados con las garrapatas, arañas y escorpiones, y pueden causar rinitis alérgica y rinoconjuntivitis.
SE QUEJA DE TI
Si cada vez que te acuestas oyes un rechinido, pueden ser los resortes del colchón pidiendo paz. “La ventaja de cambiar el colchón viejo es que hoy se cuenta con una variedad de materiales que dan soporte al cuerpo con tecnologías de vanguardia. Los colchones pueden ser de resortes, pero adaptados a un sistema más ergonómico, o de espuma viscoelástica, por ejemplo, que son materiales de última generación”, explica McDonnell.
HUELE MAL
Por más que se lave la ropa de cama, todavía no se inventa una lavadora con capacidad para colchones, así que, con el paso del tiempo, el colchón se vuelve un gigante atrapa bacterias y hongos causados por la humedad, que terminan emitiendo un olor desagradable.
TE SIENTES ATRAPADO
No es normal rodar sobre el colchón y caer en el mismo lugar como si fuera un molde incómodo del que no se puede salir en toda la noche. “Una costumbre muy común es girar el colchón, darle vueltas para ver si así logramos encontrar espacios menos desgastados, pero cuando comenzamos a hacer ese tipo de cosas ya no hay otra forma de conseguir descansar que cambiando ese viejo colchón”, recomienda McDonnell.
Ahora que se acerca el año nuevo, lo mejor será pensar en cambiar ese colchón que se ha convertido en un estorbo y no en un elemento clave de nuestra higiene del sueño.
El riesgo que conlleva la reutilización de colchones es relevante para nuestra salud, aunque no siempre se le brinda la importancia necesaria.
Dormir mal puede causar irritación, problemas ortopédicos, fatiga, e incluso, depresión.
“Un consejo para quienes van a comprar su colchón este año nuevo es que lo hagan de manera física porque ninguna reseña en internet les va a dar la información necesaria para tomar una decisión tan importante como comprar el espacio en el que van a dormir una buena parte de sus vidas”, concluyó el directivo.
Fotos e información: Cortesía