Con una historia que se remonta a tiempos ancestrales, la enchilada se erige como un ícono culinario al incorporar como base a dos de los ingredientes más representativos de la gastronomía mexicana: el chile y el maíz. Este plato, tejido con hilos de nostalgia y tradición, conquista corazones de personas, sin importar su origen o estrato social; lo mismo puede ser encontrado en una acogedora fonda casera que en la alta cocina.