A la hora de elaborar un vino, estas alteraciones en la uva, aun cuando sea la misma variedad, provocan un resultado diferente en su vinificación, producto de todas las variables mencionadas y seguramente de otras que escapan a mi mente. A lo largo de los años, el hombre ha encontrado, y lo seguirá haciendo, los mejores lugares para plantar cada una de las variedades con las que se elabora el vino. Muchos enólogos buscan la variedad de uva que mejor exprese el terroir encontrado y muchos otros buscan el mejor lugar para la uva autorizada en su denominación.
De aquí se desprende que muchos países tengan una uva bandera como insignia en su vitivinicultura argumentando que en ese país es donde mejor crecimiento, maduración y expresión tiene con respecto al resto en el mundo; hay quienes van más allá y no sólo citan al país, sino a una región o denominación en particular. Como ejemplo de ello podemos citar a la variedad carménère en Chile; la malbec en Argentina; la tannat en Uruguay; la zinfandel del Valle de Napa en Estados Unidos; la pinot noir en Borgoña; las Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc de la región de Burdeos, y por supuesto no podría faltar la Tempranillo de España.
Tal vez esta última sea en términos generales la que más identificada tenga el paladar mexicano al igual que la DOCa Rioja a su región más representativa, debido a la penetración en el mercado nacional a lo largo de muchos años. La tempranillo es considerada autóctona de Rioja y recibe su nombre debido al ciclo corto de maduración que posee; representa alrededor del 87% del territorio plantado de todas las variedades tintas en la Denominación con un poco más de 50 mil hectáreas de viñedos.
En Rioja Alta, por su cercanía al Atlántico, esta variedad se expresa de manera más sutil, ligera, con aromas más elegantes; en Rioja Alavesa, debido a las condiciones más duras de su suelo, nos presenta vinos con más cuerpo; de Rioja Baja, debido a su influencia mediterránea y ligeramente más cálida, tenemos vinos con mayor profundidad.
Es una uva que presenta una gama muy completa, versátil y de fácil ensamble con las otras variedades autorizadas de la DOCa Rioja, como son Tempranillo, Garnacha, Graciano, Mazuelo y Maturana Tinta. El aroma de sus vinos recuerda a regaliz y a frutas rojas; en sus versiones Reserva y Gran Reserva presentan una gran capacidad de guarda, son equilibrados y armónicos, suaves, afrutados, sus taninos evolucionan a sedosos y aterciopelados, las grandes añadas tienden a ser con el tiempo elegantes y con gran personalidad
Para más información únete a sus Redes Sociales:
Rioja Wine España
@riojawine_es
@rioja
Fotos e información: Cortesía