GSK es una empresa comprometida con la innovación y que tiene un especial interés en ayudar a mejorar la salud mental de los mexicanos. El doctor Sigfrido Rangel, director médico de GSK afirmó que “el compromiso que tiene la empresa, es buscar soluciones de salud que ayuden a las personas que viven con trastorno de depresión mayor (TDM), a conseguir los mejores resultados clínicos posibles para que tengan una mejor calidad de vida. En GSK nos encontramos a la vanguardia para poder desarrollar tratamientos que ayuden a que más personas puedan hacer más, sentirse mejor y vivir más tiempo”.
Es por ello que GSK “quiere marcar un cambio en la forma de tratar la depresión, ya que gracias al nuevo mecanismo de acción de clorhidrato de anfebutamona, que actúa en la inhibición de la recaptura de la dopamina y noradrenalina, ayudaremos a más de 2.1 millones de mexicanos que actualmente no cuentan con un tratamiento que les que les permita recuperar su calidad de vida”, agregó el director médico.
En México la depresión es la enfermedad más discapacitante y supera otras condiciones crónicas como diabetes, trastornos respiratorios, enfermedades cardiacas o artritis. Quienes desarrollan depresión pierden hasta 2.7 más días de trabajo que aquellas con otro tipo de enfermedades crónicas.
Estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estiman que una de cada 4 personas desarrolla un cuadro depresivo en su vida y menos del 25% recibe un tratamiento efectivo, razón por la cual se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo; ante lo cual se considera un problema de salud pública, especialmente cuando es de larga duración porque causa gran sufrimiento y altera las actividades laborales, escolares, así como las familiares. En los peores casos la depresión puede llevar a cometer suicidio, motivo por el que cada año mueren cerca de 800,000 personas y se considera la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años.
La pandemia ha provocado que los meses de confinamiento, la situación crítica en los hospitales, los duelos sin despedidas y los problemas económicos, causen otra crisis para la salud mental. Se estima que durante el confinamiento el 80% de las personas han desarrollado emociones que podrían afectar su salud mental como angustia, miedo e incluso pánico y terror.
Por su parte, el doctor Felipe Vázquez, profesor en psiquiatría y gerente médico para Sistema Nervioso Central en GSK México reiteró que “la depresión no es un signo de debilidad. Se puede tratar con terapia de conversación, con medicación antidepresiva o con una combinación de ambos métodos. En el plano mundial se ha planteado que el tratamiento más adecuado para la depresión es aquel que combina el uso de fármacos antidepresivos con psicoterapia cognitivo conductual o interpersonal”.
El Doctor Vázquez puntualizó que “los antidepresivos representan una opción de tratamiento para la depresión efectiva, segura y de rápido efecto, ya que en dos semanas habitualmente se observan diferencias notables en el bienestar de las personas”, y que los nuevos tratamientos “como el clorhidrato de anfebutamona ayuda a las personas que viven con trastornos de depresión a recupera su energía, placer, motivación y felicidad para continuar con sus actividades diarias”.
Para finalizar, los expertos comentaron que es muy importante no automedicarse, ya que el antidepresivo es personalizado y no necesariamente es el adecuado para tratar la depresión de todas las personas que sufren de síntomas. En este sentido es muy importante acudir al médico especialista para recibir un diagnóstico, así como el tratamiento adecuado. Afortunadamente con diferentes esquemas antidepresivos y de psicoterapia más del 80% de los pacientes se ven beneficiados y recuperan la capacidad de relacionarse de forma familiar, social y laboral.
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