Sin embargo, esto puede no suceder en muchas personas que menstrúan justamente en las noches de su periodo. Según refiere la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, al 30% de las mujeres les costaría conciliar el sueño durante los días de menstruación, esto principalmente por los cambios en los niveles hormonales de progesterona. Además, influyen condiciones como la gestión de su menstruación para que se produzca insomnio o no haya continuidad en el sueño.

Las consecuencias de esta falta de descanso se vuelven diversas y con matices diferentes. Primero está el cansancio y rendimiento físico, asociados a la energía que se tiene para las actividades diarias. Además, pueden sumarse problemas de atención e incluso aprendizaje, refiere la WASM. No obstante, si la falta de descanso se vuelve crónica, como sería el hecho de tener problemas de sueño cada periodo menstrual, puede verse afectada incluso la vida social de las personas.

Un estudio de la Universidad de California Berkeley encontró que quienes no duermen lo suficiente pueden tener menos interés por socializar, así como transmitir esta sensación en sus interacciones. Es decir, no solo se pierden las ganas de tener vida social, sino que en un círculo vicioso, el grupo alrededor percibe ese aislamiento y lo fomenta porque les parece poco sociable la otra persona. Esto implica que quien duerme mal vea afectado su entorno laboral y personal, pues se limitaría a interacciones menores, todo ello por una falta de descanso.

Para ampliar esto, la Clínica del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México refiere que el insomnio, es decir esta situación en la que se duerme poco o con poca calidad, provocará somnolencia a lo largo del día e incluso irritabilidad, lo que, por supuesto puede reflejarse en la vida diaria de la persona. Además, agrega, los motivos pueden ser el estrés o las preocupaciones, como aquellas que surgen los días de menstruación por no querer mancharse, no querer moverse mucho o estar incómodas por usar un producto de gestión menstrual equivocado.

Por ello, para Saba es importante que las personas tengan bienestar general en sus vidas y una mejora en sus noches durante la menstruación. Para lograrlo, creemos que algunas situaciones pueden ayudar a quienes están menstruando a tener una buena noche: establecer horarios, tener una atmósfera adecuada, restringir el uso de pantallas antes de dormir, hacer ejercicio de forma regular, evitar cafeína, etcétera. No obstante, una de las más importantes es el uso adecuado de un producto de protección íntima, pues las condiciones propias de dormir implican otros requerimientos en cuanto a absorción de flujo, comodidad y seguridad por la posición del cuerpo y el movimiento involuntario.

La línea Saba Buenas Noches tiene una amplia gama de opciones para brindar protección durante las noches de menstruación. La garantía para esto es la tecnología en sus productos con 3 zonas de absorción (adelante, en medio y atrás) así como una absorción rápida desde cualquier ángulo. También, tiene presentaciones ultradelgadas que son muy discretas, las toallas extralargas y aquellas con y sin alas, en función de cada necesidad. Eso sí, siempre está la seguridad de que la toalla no se moverá y con ello se conseguirán unas buenas noches.

Así, creemos que quienes están menstruando pueden tener mejor calidad del sueño al no preocuparse por accidentes o por revisar cada determinado tiempo su toalla. Si una persona se siente cómoda, segura y protegida al dormir en los días de menstruación, tendrá mejores días a corto plazo y mejora en su entorno social y su salud.

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