En respuesta a esta problemática, el Centro de Estudios sobre el Maguey y el Mezcal (CEMMEZ) ha surgido como una voz clave en la defensa y promoción de los mezcales auténticos. A través de la investigación y la educación, CEMMEZ busca concienciar a los consumidores sobre la importancia de preservar las prácticas tradicionales de producción y fomentar una cultura de aprecio por la calidad y la autenticidad.
Para el director de CEMMEZ, Luis Nogales, la educación juega un papel fundamental en este proceso. Es necesario que los consumidores conozcan la diferencia entre un mezcal artesanal y uno industrializado, y que valoren la riqueza cultural y sensorial que ofrece el mezcal tradicional. Solo así podrán exigir y apoyar a los productores comprometidos con la preservación de esta bebida emblemática.
Aunque el mezcal cuenta con una Denominación de Origen que protege su origen geográfico y ciertos aspectos de su producción, aún queda trabajo por hacer en términos de proteger su dimensión social y cultural. CEMMEZ aboga por medidas que vayan más allá de la comercialización, asegurando que las comunidades productoras puedan mantener sus prácticas ancestrales y que los consumidores puedan disfrutar de mezcales genuinos y de calidad.
En última instancia, para las comunidades tradicionales, la autenticidad del mezcal se mide no solo en su sabor, sino en su arraigo cultural. Es un símbolo de identidad y un legado que merece ser preservado para las generaciones venideras.
La mezcaleada
CEMMEZ ha implementado una innovadora estrategia para promover la cultura y la calidad del mezcal: la mezcaleada. Esta experiencia de degustación va más allá de simplemente probar la bebida; es un encuentro en el que se comparte información detallada sobre las dimensiones socioculturales de los mezcales presentados.
La mezcaleada se fundamenta en tres dimensiones clave que conforman la cultura del mezcal. En primer lugar, está la dimensión biocultural, que reconoce la importancia del maguey no solo como planta de la que se extrae el mezcal, sino como un elemento central en la cosmovisión y la identidad de las comunidades productoras.
La segunda dimensión es la sensorial, que destaca la riqueza de aromas y sabores presentes en cada tipo de mezcal, así como la importancia de la técnica de degustación para apreciar plenamente sus cualidades.
Por último, la dimensión de la sustentabilidad ambiental resalta la necesidad de preservar los ecosistemas donde se cultiva el maguey y se produce el mezcal, garantizando así la continuidad de esta tradición ancestral.
A través de la mezcaleada, CEMMEZ busca no solo promover el consumo responsable y consciente del mezcal, sino también fortalecer el vínculo entre los consumidores y las comunidades productoras, fomentando un mayor aprecio por esta bebida emblemática de México.
La figura del mezcólogo
Las mezcaleadas organizadas por CEMMEZ no solo son una experiencia sensorial, sino que también tienen un profundo valor cultural. Estas sesiones permiten que los consumidores finales conozcan de primera mano la riqueza y la diversidad de los mezcales tradicionales, gracias a la guía de mezcólogos acreditados que poseen un profundo conocimiento tanto cultural como sensorial de esta bebida emblemática.
Un mezcólogo no es solo un experto en mezcal, sino también un apasionado promotor de la cultura que se esconde detrás de esta bebida. A través de una investigación etnográfica exhaustiva, los mezcólogos de CEMMEZ se sumergen en la dimensión biocultural de los mezcales que promueven, comprendiendo su historia, su proceso de producción y las comunidades que los elaboran.
Durante las mezcaleadas, los mezcólogos comparten este conocimiento de manera detallada y apasionada, explicando los distintos tipos de mezcales, sus características sensoriales únicas y su importancia dentro de la cultura mexicana. Además, se ofrecen maridajes especiales para resaltar los sabores y aromas de cada mezcal, creando así una experiencia completa e inolvidable para los participantes.
Tipos de Mezcal
Mezcal joven o blanco: Es embotellado después de su destilación sin ningún tipo de reposo, maduración y añejamiento.
Mezcal Reposado: Su almacenamiento se da entre 2 y 12 meses en recipientes de madera, en un espacio con condiciones estables de temperatura y humedad
Mezcal Añejo: Contenido más de 12 meses en recipientes de madera, en un espacio con condiciones estables de temperatura y humedad.
Mezcal Madurado en vidrio: Es contenido en recipientes de vidrio más de 12 meses. Tiene que estar bajo tierra o en un espacio en condiciones estables de oscuridad, temperatura y humedad.
Para más información visita https://cemmez.org.mx/
Fotos e información: Cortesía