Con esta modalidad, los empleados pueden ahorrar dinero y tiempo en desplazarse; además, tienen flexibilidad para equilibrar su trabajo y su vida privada e incluso son más productivos.
Y en el lado de la empresa, las ventajas se resumen en ahorro en costos de una oficina, ya que no se pagan suministros, se aprovecha al máximo la tecnología, las bajas se reducen y hay menos absentismo.
Si bien la idea de que los trabajadores pueden disponer de su tiempo al desempeñar sus labores desde casa, no se puede negar que también puede generar situaciones que exponen su integridad.
Por ello, “es importante identificar cuáles pueden ser los riesgos de trabajar desde casa, ya que algo que puede parecer más cómodo y práctico, podría afectar la salud de los trabajadores”, señala Andrea Rojas, Head de RRHH en Runa, plataforma de nómina y gestión de Recursos Humanos (RRHH).
En este sentido, Runa destaca que las consecuencias de no atender adecuadamente los riesgos por la modalidad del home office, pueden resumirse en tres:
Físico
El tiempo que las personas están sentadas equivale a dos tercios de su jornada diaria y las malas posturas aumentan el riesgo de padecer dolor lumbar. El estrés mecánico sobre los músculos y articulaciones de la columna se ha convertido en el principal factor de riesgo para sufrirlo. Además, la tensión prolongada sobre el cuerpo puede reflejarse en otras zonas como el cuello y hombros, incluso sobre las muñecas.
Es muy frecuente la fatiga visual provocada por una incorrecta iluminación. Para este caso se recomienda evitar reflejos y deslumbramientos y una adecuada ubicación del equipo con el que se va a trabajar.
El tiempo prolongado en una silla sin otra actividad física conduce al sedentarismo, falta de actividad física, y aunque es un riesgo de salud que puede modificarse, los sedentarios suelen tener mayor tendencia a la obesidad, tabaquismo, alimentación desequilibrada, entre otros males.
Sociales
De acuerdo con cifras de la OCDE, 29% de los empleados en México trabajan 50 horas o más a la semana, lo que irremediablemente se refleja en los niveles de estrés.
Asimismo, cuando una persona solo se dedica a trabajar desde su casa y no sale para nada, se aísla personal y profesionalmente; es decir, genera un aislamiento social. La incomunicación directa prolongada nos obliga a aplicar cambios en la forma de trabajar, comer y descansar.
La falta de contacto y socialización que se desprenden de estas prácticas esconden factores de riesgo como depresión y, al mismo tiempo, pueden provocar un aumento en los niveles de riesgo de mortalidad por infarto miocardio o en su defecto, accidentes cerebrovasculares.
Problemas técnicos
Otra consecuencia derivada del home office que se atiende en menor medida es que la empresa no cuente con un sistema de seguridad informática adecuado.
De hecho, el 60% de las Pymes no pueden sostener sus negocios más de seis meses luego de sufrir un ciberataque importante, según datos de Panda Security.
Derivado de la implementación del teletrabajo, el sector de ataque que va al alza es el secuestro de dominios, por ejemplo.
Por todo ello, Runa emite sencillas recomendaciones para disminuir los riesgos que representa para un colaborador trabajar desde casa:
- Destinar un espacio de la casa para trabajar. Este debe ser ventilado y con suficiente luz natural en el que procuren las menores interrupciones posibles.
- Cambiar de postura de manera constante. Cada media hora deben realizarse movimientos, estiramientos y de ser posible, una breve caminata.
- Mantenerse hidratado.
- Respetar el horario. Tener una jornada laboral como si se siguiera en una oficina y hacer pausas breves para estirar el cuerpo.
- Acatar horarios de comida. Respetar los horarios de los alimentos y no comer en el espacio de trabajo, que debe permanecer limpio y organizado.
- Hacer ejercicio. Todos los días se debe ejercitar el cuerpo entre 15 y 30 minutos para evitar problemas cardiovasculares, musculares y obesidad.
A estas recomendaciones se añaden las que emitió la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para ayudar a disminuir los riesgos y a mejorar el teletrabajo.
- Estar en constante comunicación con el equipo de trabajo y líder inmediato.
- Establecer hábitos de trabajo.
- Definir metas y dar resultados.
- Administrar el tiempo de manera adecuada.
- Dar flexibilidad al colaborador.
Foto e información: Cortesía