La boca no es un lugar aislado del cuerpo; está llena de bacterias y gérmenes, que en su mayoría son inofensivos. Recordemos que la boca es la entrada al tracto digestivo, un conducto largo de órganos que va desde la cavidad oral hasta la eliminación de los desechos. Es la puerta de entrada a nuestro sistema digestivo y también la primera línea de defensa frente a múltiples enfermedades. Cuidarla no es un lujo, es una decisión inteligente que protege nuestro bienestar físico, emocional y social.

Una boca enferma no solo impacta nuestra autoestima, la forma de hablar o de comer; también puede estar relacionada con problemas cardiovasculares, desnutrición, complicaciones en la diabetes e incluso Alzheimer. Sí, un diente perdido puede ser solo el principio de una cadena que afecta toda la calidad de vida. Es importante considerar que tener alguna condición como la diabetes no es un impedimento para cuidar la salud bucal. En conjunto con el médico de cabecera y un profesional dental, se puede llevar un tratamiento eficaz, señala la Dra. Liliana Bueno, cirujano dentista y CEO de Clínicas Dental Bueno.

En nuestra vida diaria, comúnmente damos prioridad a otras cosas, y los dientes suelen ser lo que menos cuidamos, porque existe la creencia de que son eternos, cuando en realidad requieren atención y cuidado periódicos. Esto genera miedo y repercute en no acudir al dentista, por pensar que es caro, que siempre duele o que, si no hay dolor, no es necesario ir.

Otro error común es normalizar mitos: “el hilo dental no funciona”, “entre más fuerte sea el cepillado, más efectivo será”, “el enjuague bucal cumple la misma función que el cepillado”, etc. Es necesario romper con estos mitos, ya que, si se inicia la cultura de la prevención desde una etapa temprana, se puede lograr una salud bucal muy favorable. La odontología moderna no duele, se puede financiar y es mucho más económico prevenir que corregir.

Y si ya es tarde para la prevención, no significa que sea tarde para sonreír. En cualquier etapa de nuestra vida podemos necesitar un implante dental: ya sea por una pérdida traumática, desgaste, enfermedad periodontal o simplemente por devolverle funcionalidad a nuestra boca. Lo importante es hacerlo con manos expertas, con respaldo, trayectoria y formación continua.

La Dra. Liliana Bueno, recién egresada de una formación en Harvard, combina experiencia clínica, actualización constante y pasión por transformar sonrisas. Poner tu salud bucal en manos preparadas es una decisión que puede marcar la diferencia entre un tratamiento común… y un resultado extraordinario.

De acuerdo con la Dra. Bueno, estas son algunas soluciones efectivas:

Carillas dentales: láminas ultradelgadas que mejoran la forma, el color y la alineación de los dientes. Son estéticas, mínimamente invasivas y ofrecen resultados inmediatos.

Implantes dentales: tecnología de alta gama para recuperar no solo tu sonrisa, sino también la función de masticar, hablar y vivir con confianza. Colocados por especialistas, los implantes ofrecen estabilidad, estética y una nueva oportunidad para sonreír sin límites.

Y si aún estamos a tiempo de prevenir, esto es lo esencial:

✔ Cepillar los dientes tres veces al día con buena técnica (no con fuerza).

✔ Usar hilo dental (sí, aunque dé flojera).

✔ Visitar al dentista al menos dos veces al año.

✔ Disminuir el consumo de azúcar procesada.

✔ No ignorar señales como sangrado, mal aliento o sensibilidad.

La Dra. Liliana Bueno nos deja un mensaje final:

“Invertir en tu salud bucal es invertir en tu futuro. Una sonrisa puede cambiar un rostro, una historia… una vida. Que tu boca no sea tu talón de Aquiles, sino tu mejor carta de presentación.”

Por la Dra. Liliana Bueno, cirujano dentista y CEO de Clínicas Dental Bueno

Fotos: Cortesía