Los rayos UVB, responsables del bronceado, enrojecimiento y quemaduras solares, son un peligro latente al que nos enfrentamos diariamente. Por eso, la elección del protector solar adecuado es esencial para prevenir estos daños. Además de evitar las quemaduras, la fotoprotección también juega un papel clave en la prevención del envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.

Ante esto, el Dr. Jorge Ocampo destacó la importancia de encontrar el protector solar ideal para cada paciente:

“Es muy diferente cuando en la familia del paciente hay antecedentes de cáncer de piel u otros factores de riesgo. Lo mismo sucede con los diferentes tonos de piel, por lo que es importante acudir a un especialista para conocer el fotoprotector ideal para cada uno”.

La Vitamina D, esencial para la salud ósea, también se ve beneficiada con la exposición solar controlada. Aunque existe el mito de que el uso del protector solar reduce su absorción, estudios demuestran lo contrario: una adecuada protección solar no afecta los niveles de Vitamina D.

Es importante inculcar hábitos de fotoprotección desde la infancia, ya que una gran parte del daño solar se acumula durante esta etapa, aumentando el riesgo de cáncer de piel en la adultez. La fotoprotección endógena, inherente a cada individuo, y la fotoprotección exógena, que incluye medidas externas como el uso de protector solar y gafas, son clave para proteger la piel de las radiaciones solares.

En este sentido, la población infantil y juvenil requiere especial atención, ya que el 80% del daño solar se adquiere antes de los 18 años. Inculcar hábitos de protección solar desde temprana edad puede reducir hasta un 80% el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la adultez.

“Es casi una costumbre que los niños tengan actividades recreativas extracurriculares que los exponen al sol. Tenemos que incidir entre los doctores, profesores para crear esa cultura de fotoprotección en las infancias. Si desde niño te proteges, a la larga habrá menos probabilidades de desarrollar cáncer de piel”, indicó. ​

La prevención del cáncer de piel no tiene edad. Es importante promover el autocuidado y la vigilancia de lunares sospechosos en todas las etapas de la vida. Con conciencia y hábitos saludables, podemos proteger nuestra piel y disfrutar del sol de manera segura en cualquier etapa de nuestra vida.

"Necesitamos difundir el mensaje de prevención en nuestra población, sin importar la edad. Si ves un lunar que crece, cambia de color o se ulcera; acude con tu dermatólogo”, concluyó el experto.

Fotos e información: Cortesía