Datos del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estiman que, en México, únicamente 60% de los adultos y 34% de los niños se lavan las manos cotidianamente.
En la piel de nuestras manos habitan más de 150 especies de bacterias de forma natural con funciones benéficas para el organismo. Sin embargo, también puede haber virus, hongos, parásitos y microbios patógenos, es decir, que pueden causar enfermedades cuando entran en contacto con otras partes del cuerpo.
Aunque nada sustituye el lavado de manos correcto con agua y jabón, ¿qué podemos hacer para maximizar y reforzar la higiene para evitar la transmisión de enfermedades?
El Dr. Polanco Ortíz, también experto en desinfección, recomienda el uso de antisépticos seguros y eficaces como las soluciones electrolizadas de superoxidación con pH neutro, conocidas como SES, pues explica que, gracias a su amplio espectro, elimina bacterias, hongos y virus pandémicos, como la influenza4 AH1N1, y múltiples coronavirus al 99.999% en tan sólo 30 segundos, reduciendo así la propagación de infecciones. Además, no provocan dermatitis ni resequedad con el uso frecuente, como otros productos que hay en el mercado.
“Es muy importante que el lavado de manos con agua y jabón se realice antes de la desinfección con SES con pH neutro, porque los gérmenes se pueden ocultar por debajo de la suciedad y entonces los antisépticos no funcionarían como es esperado. Si traemos microorganismos patógenos en las manos, no solo nos podemos enfermar nosotros mismos, sino contagiar a todo nuestro alrededor en diferentes grados de severidad”, agrega el experto.
Dentro de los beneficios más importantes de la higiene de manos para la salud en general podemos encontrar5:
- Lavarse las manos puede reducir las enfermedades diarréicas en un 30%.
- Lavarse las manos puede reducir las infecciones respiratorias agudas hasta en un 20%.
- El lavado de manos juega un papel importante en la reducción de la transmisión de patógenos relacionados con brotes como el cólera, el ébola, la shigelosis, el SARS y la hepatitis E.
- La higiene de las manos protege contra las infecciones asociadas a la atención médica y reduce la propagación de la resistencia a los antimicrobianos.
“Esta sencilla práctica, el lavado de manos con agua y jabón, es una de las formas más asequibles, efectivas y seguras de reducir la transmisión de enfermedades, como neumonía y diarrea, que, como hemos visto, provocan gran mortalidad infantil. Es imperativo adoptar este valioso hábito desde edades tempranas para que se conviertan en adultos responsables y saludables, así como en la adultez es preciso adoptarlo de manera cotidiana”, concluye el Dr. Polanco Ortíz.
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Fotos e información: Cortesía