Otra investigación sugiere que el ejercicio de resistencia moderada puede mejorar la salud intestinal independientemente de otros factores influyentes como los hábitos alimenticios. Por lo que el ejercicio puede ser un factor que promueva bacterias saludables en el intestino; reduciendo la inflamación y apoyando la función inmune.
¿Puede la salud intestinal afectar el rendimiento físico?
El ejercicio tiene un impacto positivo en la microbiota intestinal, pero la relación entre el ejercicio y la salud intestinal funciona en ambos sentidos. Un intestino sano también puede afectar el rendimiento en tu rutina de ejercicio.
En un estudio, los investigadores exploraron el impacto de los diferentes hábitos alimenticios en las bacterias intestinales de los atletas de resistencia de élite . A los corredores se les dio una dieta alta en carbohidratos o una dieta alta en proteínas. La dieta alta en carbohidratos (aproximadamente 490 gramos de carbohidratos y 82 gramos de proteína) resultó en un mejor rendimiento atlético y una microbiota intestinal más estable. La dieta alta en proteínas (240 gramos de carbohidratos y 319 gramos de proteína) resultó en un rendimiento atlético deficiente y una microbiota intestinal menos estable.
El efecto sobre la estabilidad de la microbiota intestinal podría deberse al mayor contenido de fibra asociado con los alimentos ricos en carbohidratos. Con base en los hallazgos de este estudio, los investigadores recomiendan que los atletas sean conscientes de sus elecciones de alimentos que conducen al rendimiento deportivo.
De modo que, el ejercicio puede influir en la composición del intestino y apoyar en el rendimiento físico .
¿Cómo puedes apoyar tu microbiota intestinal?
Si deseas aumentar el número y los tipos de bacterias buenas en tu intestino para mejorar los resultados de salud y lograr una mejor resistencia física, el Dr. Óscar Quintero, Director Médico de Abbott, te recomienda considerar estos consejos, además del ejercicio regular:
- Consumir de 25 a 35 gramos de fibra por día, pueden ser frijoles, bayas o granos enteros
- Incluir una variedad de frutas y verduras de colores cada día
- Agregar alimentos fermentados a tu rutina como: kéfir, jocoque y quesos.
- Considera un suplemento probiótico, pero antes consulta a tu médico para obtener asesoramiento.
A medida que los investigadores se vuelven más conscientes de la interacción entre la microbiota intestinal y la salud de otros sistemas en el cuerpo, está claro que hay una conexión entre lo que comes, cómo te ejercitas y la actividad de bacterias beneficiosas en el intestino.
En el futuro, puede ser posible generar bacterias específicas que puedan mejorar el rendimiento deportivo o mitigar el riesgo de una enfermedad en particular. Por ahora, adopta un enfoque proactivo para mantener tu salud intestinal.
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