La diabetes gestacional es una de las principales variantes de los tipos de diabetes de existen, además de la tipo 1 y tipo 2, que se caracteriza por presentarse únicamente durante el embarazo (de ahí su nombre).
Marisol Olarra, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine, explica: “La diabetes gestacional no se relaciona con el funcionamiento del páncreas, como la 1 y la 2 lo hacen. Ésta se presenta por una competencia hormonal en la que el trabajo adecuado de la insulina se ve obstaculizado, lo que provoca el comportamiento errático o elevación de la glucosa en la sangre”.
Al concluir el embarazo, suelen regularizarse los niveles glucémicos en la sangre y todo vuelve a la normalidad, por eso se considera que es el único tipo de diabetes reversible o que tiene cura. Sin embargo, este resultado varía entre cada paciente, ya que no se debe perder de vista que la diabetes gestacional es un muy importante factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro, tanto para la madre como para el bebé, el cual aumenta si no se controla adecuadamente.
Algunos principales factores de riesgo para presentar diabetes gestacional son: sobrepeso u obesidad, falta de actividad física, prediabetes, diabetes gestacional en un embarazo previo, síndrome de ovario poliquístico, tener miembros de la familia inmediata con diabetes, parto previo de un bebé macrosómico, etc.2
“Por eso es tan importante planear el embarazo oportunamente, llevar todo el proceso desde antes, durante y después con el médico tratante y equipo de profesionales de la salud, tanto por el embarazo en sí y todo lo que implica, como por todos los riesgos metabólicos que se pueden presentar, ya que se trata de la salud y bienestar de dos vidas”, menciona Olarra.
Si se desarrolla la diabetes gestacional, es totalmente tratable con mejores probabilidades si es detectada a tiempo. Las aplicaciones de insulina siguen siendo hasta el día de hoy el tratamiento óptimo para el control de cualquier tipo de diabetes, incluida ésta.
Para erradicar mitos y dudas sobre la insulina, insiste la educadora Marisol Olarra: “Es absolutamente segura la aplicación de insulina durante el embarazo, de hecho, es la única terapia efectiva para controlar la glucosa durante este periodo. Bajo una técnica de inyección correcta, utilizando agujas ultra finas y cortas, la inyección apenas llega al tejido subcutáneo. Es tan superficial que no atraviesa la barrera placentaria del bebé ni daña de ninguna manera la madre, estando ambos totalmente seguros”.
Agrega la educadora que, como cualquier otra persona que vive con diabetes, se deben rotar los sitios de inyección constantemente: brazo (parte superior trasera, NO donde nos ponen las vacunas), muslo (parte externa), glúteo y abdomen (a dos o tres dedos del ombligo). Acerca del abdomen, es seguro durante los primeros 2 trimestres del embarazo. Durante el último trimestre del embarazo, se recomienda ya no inyectar en el abdomen, y continuar con la rotación en los demás sitios. “Recuerden siempre consultar con su médico tratante y equipo de profesionales de la salud, una insulinización temprana y oportuna puede ser de gran utilidad”.
Si ya se padecía diabetes tipo 1 o tipo 2 desde antes del embarazo, se debe mantener bajo control desde antes de la concepción. Es fundamental reconocer la diferencia entre todos los tipo de diabetes para poder abordarlas y manejarlas de la manera más eficiente.
“Mientras que el embarazo se lleve de la mano de los expertos con un estilo de vida saludable, la diabetes gestacional no debe significar complicación alguna en esta etapa tan especial que debería ser disfrutable y no un malestar. Con educación en diabetes, mejor informadas y con mejores herramientas estarán las futuras madres para tomar decisiones en su autocuidado que beneficien su salud”, enfatiza Olarra a modo de cierre.
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