Explicó que además del factor hereditario, la depresión tiene también origen en causas ambientales como las temperaturas bajas y la falta de luz natural, lo que disminuye la producción de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo, al que se le conoce como la hormona de la felicidad.
Los síntomas que se pueden presentar son: tristeza y apatía, perspectiva sombría, sentimientos de desesperanza, pesimismo e irritación, pérdida de interés en actividades que antes solía disfrutar, poca energía y dificultad para concentrarse, así como para conciliar el sueño o dormir demasiado, deseos de comer carbohidratos, aumento de peso y pensamientos suicidas.
La especialista en Ginecología y Bióloga en Reproducción Humana, expresó que la depresión es una enfermedad más frecuente en mujeres debido a los cambios hormonales que influyen sobre sus emociones en todas las etapas de su vida, siendo más notorios cuando se acerca el periodo menstrual, en el embarazo, la premenopausia y la postmenopausia por la variación en los niveles de estrógeno.
Los medicamentos antidepresivos, terapias de conversación y fototerapia pueden reducir los síntomas del trastorno afectivo estacional. El citalopram mejora los niveles de serotonina en el cerebro y el tratamiento indicado por un médico contribuye a mejorar el estado de ánimo en la población en general con depresión, teniendo un beneficio adicional en mujeres durante la pre y postmenopausia, porque además les ayuda a controlar síntomas como los bochornos y sequedad de las mucosas, entre otros.
La doctora Patricia Loranca, destacó que es normal sentirse triste algunos días, sin embargo si este sentimiento persiste se debe visitar al médico, quien con las distintas escalas de medición podrá identificar si se trata de un trastorno de depresión invernal o incluso si se trata de un estado permanente para poder orientar al paciente sobre la necesidad de consultar a un especialista y del tratamiento a seguir.
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