Una de ellas y como ya es tradición, Restaurantes Toks llevó a cabo el proyecto de: Bosque Toks, el cual está ubicado en Tlalpan, en la Ciudad de México. Un proyecto con compromiso directo al medio ambiente que tiene como objetivo cuidar y preservar 127 árboles con raíz para poder llevarlos a sus sucursales de Ciudad de México y Zona Metropolitana; los cuales pasarán 40 días en sus restaurantes hasta terminar las fiestas decembrinas, llevando a cabo actividades de cuidado para después ser recolectados y reforestados nuevamente al bosque, que harán recuperar su ecosistema y alargar su vida.
“Esta iniciativa regala la oportunidad de celebrar las fiestas decembrinas de forma más verde, rentando un árbol del Bosque Toks y sabiendo que posterior a las fiestas, volverá a la tierra.” Comentó Gustavo Pérez, Director de Responsabilidad Social de GRG.
Y por si eso fuera poco, la decoración de estos árboles y de todos los presentes en sus restaurantes en el país, serán decorados con esferas navideñas realizadas a mano por artesanos de Tequisquiapan, Querétaro, hechas en el taller Jati. El significado de Jati viene de la lengua Hñähñu del pueblo otomí y quiere decir “color”, un homenaje a su trabajo y a la cultura prehispánica de México.
Este proyecto original de decoraciones navideñas se inspiró en la increíble flora y fauna autóctona de nuestro país. Ofreciendo a través de su arte una veneración a algunos de los animales y plantas en peligro de extinción más emblemáticos de México, como: tlacuache, tecolote, coralillo, delfín, ajolote, entre muchos otros más.
El 70% de los ingresos provenientes de este proyecto va directo a los colaboradores para recompensar el esfuerzo y talento brindándoles un pago justo por su trabajo y dándoles la oportunidad de ofrecerles una mejor calidad de vida.
Con la ayuda de Jati y el Bosque Toks la cadena de restaurantes celebrará una Navidad de manera responsable y llena de magia. De esta forma, Toks nos invita a compartir las fiestas decembrinas en armonía con nuestro planeta y nuestra comunidad, porque poner un arbolito de Navidad está bien, pero promover su reforestación se siente mejor.
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Fotos e información: Cortesía
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