El panorama es desafiante. De acuerdo con la empresa ManpowerGroup, en México se necesitan dos millones de empleos anuales para los jóvenes, pero este año sólo habrá espacio para 520 mil y se estima que un millón y medio queden fuera del trabajo formal. Por lo que se crea la necesidad de prepararse de la mejor manera posible para ser el candidato elegido.
Una encuesta llevada a cabo entre jóvenes de 15 a 24 años de edad en 92 países, reveló que casi el 75 % de ellos no poseen las habilidades requeridas para conseguir un empleo. Si bien la formación universitaria es fundamental, también es necesario contar con otras competencias que actualmente piden los reclutadores.
Para hacer frente al mundo laboral, los recién graduados, sin importar su especialidad, requieren de lo que se conoce como “habilidades de poder”, éstas engloban la comunicación, creatividad, empatía, liderazgo y la resolución de problemas.
En un mundo en el que enfrentamos una demanda de transformación, que va desde sumergirse en la digitalización hasta involucrarse en soluciones para el cambio climático o encontrar vacunas en tiempo récord, los agentes de cambio juegan un papel de enorme valor. De acuerdo con Project Management Institute (PMI), la asociación líder mundial en dirección de proyectos, el 54 % de las empresas ágiles dan prioridad al desarrollo de habilidades de poder sobre las habilidades duras convencionales, en comparación con el 42 % de las empresas tradicionales.
Por lo tanto, debemos comprometernos con los jóvenes recién graduados que se incorporan al mundo laboral para que tengan un impacto en sus trabajos. Para lograr esto las universidades deben de meter dentro de sus planes de estudio, el enseñar estas habilidades de poder a sus alumnos, ya que esto les permitirá conseguir trabajos rentables y desarrollar y llevar a cabo sus proyectos dentro de él.
Muestra de ello es la lista de Future 50 2022 de PMI en la que ha sido reconocido el emprendimiento de esta nueva generación que busca transformar el mundo en que vivimos. En México, Alfonso de los Ríos, un joven de 23 años, CEO de Nowports, el startup más grande de Monterrey, fue el mexicano que figuró en esta lista internacional.
Para introducir estas habilidades de poder es necesario emplear la creatividad. Hacerlo a través de la capacitación basada en proyectos es una clave que desbloquea el potencial desde edades tempranas. Si los maestros introducen a sus alumnos todo aquello relacionado con la dirección de proyectos en una forma innovadora y creativa para tener profesionales más receptivos. PMI, considera como parte de su misión, enseñar a los jóvenes habilidades a través de los principios de cualquier proyecto.
Para lograr este objetivo hay iniciativas y programas como “F1 in Schools” en Reino Unido cuyo objetivo es ofrecer una manera de aprender materias relacionadas con Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) de una manera tan divertida que está aumentando la admisión de estudiantes en carreras de ingeniería.
Esta iniciativa promueve las habilidades STEM en un entorno práctico al aprovechar la afición por la Fórmula Uno entre los jóvenes. La competencia F1 in Schools ahora incluye una categoría que premia al equipo con la mejor demostración de habilidades de dirección de proyectos.
México cuenta con algunas instituciones cuyas plataformas de enseñanza permiten a los chicos el desarrollo de competencias y habilidades para el éxito. Latin American School, con sede en Monterrey, NL, ofrece clases de programación con tecnología Swift, de Apple, que permite desarrollar aplicaciones y videojuegos para dispositivos móviles. El Colegio Americano Saltillo integra el uso de tecnología para que los alumnos desarrollen un nivel alto de dominio de herramientas y competencias, como el uso responsable de redes sociales y la práctica de principios éticos en el ejercicio de la ciudadanía digital. Varmond School promueve habilidades como la ética digital, la creatividad, la responsabilidad social, el cuidado a la naturaleza y la transformación del entorno.
Estos son ejemplos de cómo la educación se transforma para capacitar, desde edades tempranas, a los futuros profesionales que serán los líderes que marquen una diferencia en el mundo. Por ello, su preparación es tan importante, necesitan desbloquear todo su potencial y prepararse para el mundo laboral. Al empoderar a esta nueva generación de agentes de cambio estamos abriendo el camino a grandes proyectos que nos lleven a insospechados recursos que mejoren nuestro entorno.
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