Prinsel sabe que con el confinamiento los padres cambiaron su rutina a tope para quedarse en home office; sin embargo, no podemos perder de vista que los peques de casa también se han adaptado a una rutina totalmente diferente que incluye no convivir con sus amigos del colegio, jugar únicamente en los espacios de casa con los hermanos o la familia, tener poca movilidad, poco contacto con el exterior, también dudas sobre lo que pasa afuera y un largo etcétera.
Llegó el último mes del año y consigo las fiestas decembrinas que, sin duda, se deberán festejar de forma distinta a raíz de la pandemia por la que atravesamos. En medio de una situación complicada, en donde el hogar se convirtió en aula y salón de juegos, debemos impulsar el desarrollo e imaginación de nuestros niños y niñas para que sigan creyendo y creando a través de las herramientas que les ofrecemos día con día.