Como consecuencia de una pandemia miles de personas han querido limpiar más y mejor, sin medir el impacto y las consecuencias negativas que puede tener en la salud el mal uso de detergentes, cloro o mezclas caseras. Es importante leer la etiqueta detenidamente para evitar riesgos que causen intoxicaciones.

Para mantener una vida saludable es común que hablemos de limpieza y desinfección, sin embargo, el mal uso de los productos o la mezcla de estos puede representar un riesgo.

Los métodos de sanitización del hogar dependen de muchos factores, principalmente se aprenden por rutina familiar, pero los últimos años, las redes sociales han influido en los hábitos de limpieza, sin tener conocimiento de que la combinación de químicos puede provocar alteraciones a la salud.

Ante el desconocimiento de sobre exposiciones químicas, los centros de toxicología son los encargados de asesorar al público y profesionales de la salud para prevenir incidentes, aunque apenas el 47% de los estados miembros de la ONU cuentan con uno.

Al momento de adquirir productos para la limpieza de nuestro hogar debemos leer detenidamente la etiqueta; por ley ésta debe señalar la forma correcta de uso, información sanitaria y si el producto constituye un riesgo sanitario.

Para evitar casos de envenenamiento es importante conocer algunas de las sustancias químicas que solemos utilizar y lo peligroso que puede ser un caso de inhalación. Las 4 sustancias más tóxicas en casa son:

• Limpiador de cañerías o lejía suele ser corrosivo para la piel y provocar quemaduras en ojos o esófago.
• Sosa cáustica, la cual causa daños permanentes a la piel.
• Insecticidas o raticidas, que contienen cianuro, el cual puede provocar problemas en pulmones o vías respiratorias.
• Alcohol medicinal, que es inflamable y con su ingesta o inhalación puede causar pérdida del conocimiento.

Una rutina de limpieza correcta nunca debe de mezclar químicos peligrosos. Para evitar cualquier accidente se debe leer la etiqueta, las palabras de aviso, los símbolos o pictogramas de riesgo, el nombre del producto y las indicaciones de riesgo y precaución.

En el mercado existen productos que no requieren ser combinados para un mejor funcionamiento.

El uso doméstico de un producto tóxico debe ser supervisado por un adulto, en una habitación ventilada, usar guantes y, en caso de derrame, se debe limpiar inmediatamente y acudir al médico.

Algunas sustancias que no deben mezclarse son:

• Cloro + amoniaco. Los vapores pueden resultar mortales.
• Cloro + alcohol en gel. Produce cloroformo.
• Vinagre + agua oxigenada. Genera ácido corrosivo y peligroso.
• Cloro + vinagre. Causa vapores tóxicos e inflamables.
• Cloro + agua caliente. Produce vapores altamente tóxicos.
• Cloro + jabón de trastes. Genera gas mostaza, provoca tos, dificultad para respirar e irritación de ojos y mucosas.

La limpieza y desinfección son imprescindibles para mantener una vida saludable; solo recuerda que hacer combinaciones caseras, con desconocimiento, pueden tener daños irreversibles, para la persona que limpia y quién lo inhale.

Lo más importante siempre es cuidar la salud propia y de los demás habitantes del hogar.

Foto: laopinion.com.mx

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