La recomendación de Liliana, es que el arrullo debe limitarse y no recurrir a el en todo momento, es común ver padres y abuelos que siguen arrullando aun sin tener a un bebé en brazos, es aquí cuando se reconoce el exceso de arrullo que ya crea una muletilla de movimiento en los adultos. Ahora es en este caso cuando el bebé también ya por lo general presenta dependencia.
Arrullar a un recién nacido es fácil y hermoso, pero cuando se crea una dependencia a esto en poco tiempo resultará una tarea difícil que ya no logra los objetivos que lograba en un principio que era hacer dormir al pequeño, es aquí cuando los problemas de sueño comienzan a presentarse porque los padres ya no pueden hacerlo, el niño ya se incomoda o ya está muy pesado y grande.
El consejo más común de Liliana Amaro es hacer conciencia de que estamos dispuestos hacer a largo plazo, es decir si decides que vas a arrullar a tu bebé para que se quede dormido desde que nace debes de pensar en esto como un contrato que al querer romperlo tendrá consecuencias ya que es necesaria una explicación y una estrategia para recompensar al pequeño por nuestro cambio de decisión.
El contacto piel con piel que ofrece el arrullo es recomendable, pero este puede realizarse durante el día cuando el bebé está 100% alerta, así puede disfrutar de la experiencia al por mayor.
FUENTE: ZZLEEP MY BABY
Foto e información: Cortesía