Para nosotros, la naranja es más que un delicioso sabor ahora sinónimo de tropicalidad. De hecho, México es su quinto productor mundial (SADER) y llegó aquí tras el segundo viaje de Cristóbal Colón a América. Pero su origen es milenario, y antes de cultivarse en lugares como Veracruz primero navegó de China a España, donde era un alimento de lujo; desde entonces, la belleza del naranjo hizo del árbol una planta ornamental que hasta la fecha sigue adornando los jardines de muchas casas y campos no necesariamente dedicados a la siembra comercial.
Hablando de los beneficios de este fruto, vamos más allá de la famosa vitamina C que todos sabemos es importantísima: de esta llamativa fruta redonda también se extraen aceites esenciales, para producir insumos de perfumes y productos de belleza, entre un sinfín de cosas.
Por eso y más, la naranja es uno de los sabores que primero vienen a la cabeza de los mexicanos cuando pensamos en jugos o aguas; es difícil separar nuestra dieta de esta maravilla llena de jugo que se adaptó muy bien al clima local. Y si como bebida la combinamos con ingredientes inimaginables y hasta “raros”, cada sorbo se convierte en una sensación única que no sabíamos que existía; de la naranja, no todo ha sido escrito… ni probado.
¿Una canción que sabe a naranja y más?
Esta fruta nunca deja de sorprendernos, y una de las formas más disruptivas para experimentarla como bebida este verano, es la propuesta temporal de Cielito Querido Café con motivo del volumen 2 de su campaña “Sabores Que Suenan”, pues se les ocurrió combinar en un granizado la naranja con el toque picosito del chile y esencia de ron, más un disparo de café, convirtiendo todo en una explosión de sabores y sensaciones auténticas.
Puedes deleitarte con esta bebida, llamada “agua de olas”, como parte del menú “Dúo frente al mar”, desarrollado por la reconocida chef Gaby Ruíz a partir de la canción “Llorando frente al mar” de Los Rumberos; pues en cuestión musical, no todo es “naranja dulce limón partido, dame un abrazo que yo te pido”.
Para acompañar este refrescante apapacho cítrico, el complemento es el “paste de sol”, que tiene una suavidad y acidez muy particular gracias a su aderezo de adobo y -por supuesto- ¡mucha naranja! Este menú especial estará disponible por tiempo limitado en todos los Cielitos del país, del 11 de julio al 18 de septiembre del 2022.
La naranja es una fruta y un sabor íntimamente ligados a la cultura mexicana durante más de 500 años, y bien vale la pena seguirla descubriendo de nuevas formas. Atrévete a probarla con esta interesante explosión de notas “músico-gustativas” que desarrolló Gaby Ruíz, y convierte tu verano en algo más refrescante y fuera de lo convencional, estés o no frente al mar. Tu cuerpo y tu paladar te lo agradecerán.
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Fotos e información: Cortesía
