En 1998, Colombia atravesaba diversas problemáticas sociales y por tal razón, el descubrimiento de los restos de tres menores en el municipio de Génova se asoció con la violencia a causa de grupos armados al margen de la ley. No fue hasta noviembre de ese mismo año que, gracias al hallazgo masivo de cadáveres en el Eje Cafetero, se planteó la hipótesis de un homicida en serie con un modus operandi siniestro. Pero para entender los detalles del caso y las claves que llevaron a los investigadores del CTI de la Fiscalía a dar con su paradero, era necesario recorrer los pasos de la bestia:
EL MODUS OPERANDI
Después de confirmar la existencia de un homicida serial de menores, los forenses y detectives analizaron minuciosamente las pruebas encontradas en las escenas de los asesinatos. Desde las prendas de ropa de las víctimas hasta las armas utilizadas para realizar estos actos, los expertos recolectaron y compararon pruebas para establecer conexiones y perfiles que eventualmente llevaron a la identificación de Garavito. Además, se determinó que las víctimas eran varones entre los 8 a 14 años de edad, que en su mayoría vivían en zonas rurales y que iban sin la compañía de adultos a hacer mandados para sus familias.
UNA DENUNCIA EN TUNJA, BOYACÁ
Tras la desaparición de un niño en Tunja, Boyacá, en 1996, la familia de la víctima recopila testimonios de la última persona que fue vista con el menor: un hombre en muletas que se hospedaba en el centro de la ciudad. Después de identificar al supuesto agresor, la policía lo captura, pero deben dejarlo en libertad horas después por falta de pruebas, no sin antes recoger información clave. El acusado decide denunciar a los familiares por calumnia ante la Defensoría del Pueblo, dejando al descubierto su nombre: Luis Alfredo Garavito.
LUZ MARY, LA AMIGA DE GARAVITO
Tiempo después, los investigadores conocen lo sucedido en Tunja y sospechan que puede estar relacionado con el asesinato de niños en diversos municipios del Valle y el Eje Cafetero. Con los datos recopilados en su momento, dan con la dirección de la hermana de Garavito, quien confirma sus extraños comportamientos y conductas, además de contar que hay una persona muy cercana a él: Luz Mary Ocampo, una profesora y amiga, que le daba posada en su hogar. Allí, en la casa de Luz Mary, los investigadores encuentran pertenencias de Garavito, donde almacenaba fotos, recortes de noticias de sus víctimas, pasajes de viajes por el país, información de posibles homicidios no reportados, además de conocer la historia clínica que confirmaba que Garavito padecía de trastornos psicológicos, alcoholismo y miopía.
ALCOHOL, ZAPATOS Y UN GRAN INCENDIO
Conociendo la existencia del posible pederasta y asesino, los investigadores estudiaron los patrones de comportamiento de Garavito, incluyendo sus rutas y horarios de viaje. En los lugares donde se encontraron los menores desaparecidos, se hallaban botellas de licor que coincidían con las conductas alcohólicas del criminal; zapatos que evidenciaban cojera del pie izquierdo; además de conocer sobre un gran incendio que, asumieron, debió haber dejado quemaduras importantes en el presunto delincuente.
UNA VÍCTIMA QUE LOGRÓ ESCAPAR
Con todas estas pistas, los investigadores armaron el perfil de la bestia para alertar a las autoridades del país, hasta que el 22 de abril de 1999, Garavito, con trampas y engaños intentó abusar de un joven que vendía lotería en Villavicencio. Sin embargo, un habitante de calle que estaba cerca al lugar, logró salvar al menor y huir del agresor, avisando a las autoridades, quienes empezaron con la persecución. Gracias a la rápida acción de la Policía, la comunidad y los taxistas de la ciudad, se revisó calle por calle hasta que se dio con la captura del perfil descrito del atacante.
¿BONIFACIO MORERA LIZCANO?
Una vez capturado, Garavito se identificó como Bonifacio Morera Lizcano y su historia no coincidía con los múltiples casos de menores desaparecidos a lo largo del país. Pero, días antes que le dieran libertad por vencimiento de términos y falta de pruebas, el trabajo de meses de los investigadores logra constatar que Bonifacio coincidía con la descripción de Luis Alfredo Garavito en cuanto a la cojera de su pie izquierdo, quemaduras en su cuerpo, alcoholismo, fotos y testigos que reconocieron el perfil de la bestia que se había camuflado en las diferentes ciudades de Colombia con disfraces y falsas fachadas. Finalmente, con su captura en Villavicencio, se logra confirmar al responsable de más de 200 víctimas fatales y desentrañar el enigma de Garavito.
A lo largo de los cuatro episodios de ‘GARAVITO, LA BESTIA SERIAL’, desde la voz del equipo investigativo, HBO Max revive el trabajo que transformó el desarrollo de las investigaciones policiales en Colombia, y puso al descubierto a uno de los asesinos más calculadores de Latinoamérica.
Fotos e información: Cortesía
Video: YouTube.com