Durante cada estación, la piel intenta mantenerse hidratada pero cuando hace frío le cuesta más trabajo, por lo cual debemos tomar acción para ayudar a nuestra piel. Por ello, BioAgnes, la clínica dermatológica y estética especializada en el cuidado de la piel nos comparte los 4 mejores tratamientos para recuperar el daño del invierno en la piel y brindarle el cuidado necesario:
Peeling: Es un tratamiento químico para rejuvenecer la piel de la cara. Consiste en la aplicación de una sustancia química, la cual elimina de forma controlada y limitada una parte del cutis, que produce de forma tardía una regeneración de las capas destruidas renovando la piel y dejándola más luminosa, más limpia, uniforme y elástica. Se recomienda para personas con acné, melasma, cicatrices, poros abiertos y personas que pierden el brillo de su piel.
Radiofrecuencia facial: Esta técnica de medicina estética está dirigida a tratar la laxitud de la piel, se enfoca en la estimulación de la producción de colágeno dirigido a hombres y mujeres que buscan mejorar el aspecto de su piel. Esto se consigue mediante la aplicación de ondas electromagnéticas que penetran las capas desde las más superficiales hasta las más profundas, elevando la temperatura y activando la producción de colágeno. Como consecuencia la piel tiene mayor elasticidad, se reafirma, disminuye arrugas y aporta mayor luminosidad. Este tratamiento puede ser aplicado desde edades tempranas, como preventivo para la aparición de las arrugas.
Hydrafacial: Es un procedimiento médico estético de rejuvenecimiento, el cual realiza en diferentes etapas: limpieza y extracción de impurezas y células muertas; exfoliación profunda; exfoliación suave; e infiltración de antioxidantes, péptidos y en algunas ocasiones ácido hialurónico. Este procedimiento está diseñado para todo tipo de piel.
Mapeo de lunares: Es un básico para comenzar el año con el pie derecho, este estudio es un método dermatológico no invasivo, el cual es la mejor manera de controlar y prevenir melanoma (cáncer de la piel). Es normal tener lunares desde nuestro nacimiento, lo que no es normal es que aumenten de tamaño, aparezcan nuevos o cambien de forma o color. Se realiza mediante una fotografía de alta resolución de todo el cuerpo para identificar los nuevos lunares y rastrear los cambios de los lunares existentes. Es recomendado hacerse una vez al año.
Todas las estaciones afectan a la piel, pero el invierno puede ser la estación en la cual se presente una apariencia más seca, tensa y sin brillo. La mejor manera de empezar el año es brindándole a tu piel la humectación y recuperación de los daños ocasionados por los cambios de temperatura, siempre y cuando sea evaluado y recomendado por profesionales especializados en el cuidado de la piel. En BioAgnes puedes realizar tu cita previa para saber qué tratamiento es el más adecuado para tu piel.
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Fotos e información: Cortesía