A pesar de los avances médicos y la disponibilidad de tratamientos para el control de la diabetes, en México persisten mitos que alejan a miles de pacientes de un manejo efectivo de su condición. Esta desinformación retrasa el tratamiento adecuado y permite el avance silencioso de complicaciones como daño renal, neuropatía, pérdida de la visión o amputaciones.