La inflamación es un proceso de nuestro sistema inmunitario para proteger al cuerpo de infecciones, lesiones o enfermedades, sin embargo, cuando la inflamación persiste y deja de responder al propósito reparador se vuelve destructiva. Los síntomas de inflamación crónica suelen ser sutiles, acelerando el envejecimiento y eventualmente dañando células, tejidos y órganos sanos afectando distintos sistemas e invitando el desarrollo de varias enfermedades degenerativas como diabetes, autoinmunes, obesidad, estrés, depresión, deterioro cognitivo, pérdida de masa muscular, entre otras.