La higiene es algo muy importante no sólo para la imagen y la convivencia, sino también para el bienestar y para prevenir desde ronchas hasta enfermedades en lo personal. La ducha diaria, lavarse las manos constantemente y el aseo de espacios comunes, como el baño, son de los hábitos más normales para mantener una higiene aceptable; pero en muchas ocasiones dejamos de lado unos elementos con los que convivimos diariamente y que en países como el Reino Unido sólo se cambian una vez al año: las sábanas y cobijas.