Cada inicio de año representa una nueva oportunidad para mejorar cosas en nuestra vida; tanto a nivel profesional como a nivel salud. Existen diversos caminos para lograr nuestros objetivos y uno de los más puntuales es el cambio de hábitos.
Con la llegada de un nuevo ciclo aparecen las intenciones de mejorar en varios aspectos de la vida. Para lograrlo, recurrir a una aliada que está en nuestras mesas es ideal. Hablamos de la manzana, una fruta que se sumará a nuestro estilo de vida y a tener una dieta balanceada.
La manzana es el fruto ideal para tomar a cualquier hora y tiene un papel fundamental en el equilibrio alimentario, pues provee al organismo de gran cantidad de vitaminas y otros nutrientes con efectos beneficiosos para la salud.
Es bien sabido que incluir manzanas en nuestra dieta es beneficioso, pues puede ayudar a tener una mejor digestión de los alimentos ricos en grasas, nos auxilian con el cuidado de dientes y encías, asimismo, comer una manzana grande proporciona el 20% del valor diario recomendado de fibra dietética, el 8% de la vitamina C antioxidante y el 7% del potasio del día.
Ser mamá es un acto de amor puro que se manifiesta en cada detalle, especialmente en la comida. A través de sabores y texturas, disfrutamos de la entrega incondicional que mamá nos ofrece día a día. Desde sopas reconfortantes hasta exquisitos postres, sus recetas nos acompañan a lo largo de nuestra vida, pasando de generación en generación.