Una alimentación variada se distingue por tener diferentes colores a la hora de comer. Esto brinda beneficios al organismo, ya que asegura el aporte de diferentes nutrientes esenciales para el crecimiento y correcto funcionamiento del cuerpo. Cada color aporta nutrientes específicos, por ejemplo, consumir frutas o verduras con colores rojo, amarillo o naranja brinda betacarotenos, que protegen contra algunas enfermedades como las asociadas al corazón, diabetes y colesterol alto.