De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasamos más del 80% de nuestro tiempo en espacios cerrados, en los cuales el aire está entre dos y cinco veces más contaminado que al exterior. Un ambiente de mala calidad puede afectar nuestro sistema respiratorio y provocarnos molestias como rinitis alérgica o asma bronquial. En los más pequeños el desarrollo pulmonar puede verse afectado, lo que suele derivar en asma, alergias y otros males respiratorios.