Toda la vida nos han dicho que nos portemos bien, que "no brinques ahí", que "ponte a estudiar", que "con ese corte de pelo pareces delincuente", todo esto acompañado de un bonito: "Ay, no tienes abuela”. Pues ahora esa frase cobra verdadero sentido y es momento de regresarla en un postre que de verdad tiene mucha abuela.