El Día de Muertos es una de las festividades más emblemáticas de México. Es una celebración única que honra a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros. Durante esta festividad, las calles se llenan de coloridos altares, ofrendas, flores de cempasúchil y calaveritas de azúcar. Es un momento para recordar, celebrar y compartir historias de aquellos que han dejado una huella imborrable en nuestras vidas. Además, es un recordatorio de que la muerte es una parte inevitable de la vida y una oportunidad para celebrar la continuidad de las tradiciones y la conexión con aquellos que han partido.
¿Deseando descubrir un nuevo destino? Qué mejor que sea uno que se encuentre a pocas horas de la Ciudad de México, como Peña de Bernal. Ubicada en el estado de Querétaro, es uno de esos lugares que te dejarán sin aliento ya que, de entrada, es conocida como la tercera formación monolítica más grande del mundo. Esta imponente montaña de roca volcánica ofrece a los visitantes una experiencia única y una conexión especial con la naturaleza.