Conforme pasan los años nuestra piel tiende a ser más delgada y delicada y si a eso le sumamos la falta de cuidado que tenemos durante nuestra juventud, la exposición solar y otros malos hábitos, se aumentan las probabilidades de que ésta pierda humectación, se vuelva hipersensible e incluso que aparezca resequedad constante que ponga en riesgo nuestra barrera protectora natural: la piel.

Untar crema como parte de nuestra rutina diaria es algo religioso e incluso ritual, ya que esta aporta la humectación que necesita nuestra piel para evitar resequedad, cuarteaduras, comezón, escamosidad y demás. Y si algún día nos olvidamos de ella, la piel lo resiente con una sensación áspera e incómoda.

Octubre es uno de los meses que invita a las mujeres a hacer de su salud una prioridad a través de pequeñas acciones que marcan cambios importantes en su rutina. La intención del mes rosa es ayudar a las mujeres a comprender qué pasos se pueden tomar para comenzar a mejorar su salud desde casa y reaccionar a tiempo ante cualquier situación médica.

Aún nos restan dos meses de frío invernal y es normal que nuestra piel lo recienta y que se agriete, debido a que se encuentra muy seca. Algunos síntomas de son el picor, grietas, color pálido, sensación de tirantez, entre otros que generan demasiada incomodidad.